Capitulo 12

Jose busca a Julián pero es como si le hubiera tragado la tierra. Esto confirma la versión de Susana. Regresa a su casa muy triste. Se sorprende al ver que está Susana esperándolo con una bolsa de basura. Es la última persona a la que le gustaría ver. Susana se echa en sus brazos.
--¡mis padres me han echado de casa¡
Jose la abraza.
--¿quieres instalarte en mi casa de la montaña?
--Sí pero ¿de qué voy a vivir?
Jose se encoje de hombros.
--ya nos encargaremos de eso luego.
Aunque Jose quería estar solo, agarra la bolsa de su amiga y van a buscar un autobús que los lleve a la casa que el muchacho heredó de su abuela.

Jose es que la acompaña a Susana en los controles. En el médico creen que es el padre de su hijo y Jose no dice nada. A Jose le emociona saber que el bebé es un varón. A Susana no le hace nada de gracia la idea. Ella quería una niña pero a Jose le excita la idea de tener un hijo de Julián. Sintió algo muy especial por Julián, quiere que ese niño se llame Julián aunque no lo dice porque Susana quiere que se llame Jose. Jose llegó a sentir algo especial por Julián, siente como si fruto de esa relación se hubiera producido ese embarazo, como si el hijo de Susana y Julián fuera un poco suyo. Aunque le dolió su engaño, le gusta que Julián haya dejado una parte de él con ellos. Esos sentimientos son un secreto para Susana, sólo su diario conoce los más íntimos pensamientos de Jose. Como han llegado tarde del médico, Jose se ha quedado a pasar la noche con ella. Escribe en una mesa en la cocina. Susana se acerca a él.
--Aún llevas un diario?
Jose se sonrojo. Lo cierra nervioso.
--Puedo leerlo? –dice ella divertida.
--No… es privado.
Jose se pone nervioso y se abraza con fuerza al diario. Eso es algo que sorprende a Susana pero tampoco le da importancia.
--Es que me guardas secretos?
--No, no es eso.
Susana lo besa en la frente.
--Me voy a dormir.
Su diario es el único que conoce sus secretos. Sabe que puede confiar en Susana, ella jamás lo leería sin su permiso. Jose la llama.
--oye una cosa. No hemos hablado de eso pero ¿yo le voy a dar mi apellido a tu hijo no?
Susana le sonríe:
--Nadie se va a creer que eres el padre pero sí. Contaba con eso.
Jose sonríe satisfecho.
--Te juro que sí con el trabajo que conseguí de fin de semana no me alcanza trabajaré más.
Susana le manda un beso. Jose se queda escribiendo en su diario. Jose no ha hablado con su familia de que se hará cargo del hijo de Susana, todos saben que es gay y no cree que lo apoyen. La idea de ser el papá del hijo del guapo Julián es algo que tiene contento a Jose. Paula ve algo especial en la mirada de su hermano y no lo soporta. Por eso esa madrugada se encarga de empapelar todo el barrio con carteles con la foto de Jose poniendo: “¡ojo con este maricón, tiene sida¡” Jose llega distraído, piensa en Julián. En su hijo. Sonríe, silba. Sí ve que todos lo miran, que se burlan de él. Le molesta y entra corriendo en la casa. No quedan ya carteles, el padre se ha encargado de quitarlos. Recibe a Jose a puñetazos.
--¿¿qué significa esto?
Jose lee el cartel sorprendido.
--¡yo no tengo Sida¡
El padre de Jose es homófobo y ha tenido que callar todo lo que piensa principalmente por su esposa que si ayuda a su hijo en todo.
--¡Es que todas las mariconas sois iguales¡ ¡¡tienes que aprender de tu hermana que sí es decente¡
Jose mira con rabia a Paula que sonríe satisfecha.
--¡no tengo Sida¡ --Jose.
Muy enfadado, el padre dice sin pensar:
--¡ojalá fuera verdad que tuvieras Sida¡ ¡¡así te morirías y no nos llenarías más de vergüenza¡
A Jose le duelen mucho las palabras de su padre. Llora. Hasta a la propia Paula le parece demasiado. La madre se pone histérica.
--es nuestra hijo¡¡--suplica llorando la madre.
El padre se va dando un portazo. Jose llora. Su madre lo abraza.
--No le hagas caso a tu padre. No pensaba lo que decía.
La madre tiene un gran disgusto pero trata de calmar la situación. La envidiosa hermana de Jose, Paula, disfruta.


(los padres de Jose)

En la tarde, Jose está con Susana. No le quería contarle para no alterarla pero Susana lo ve demasiado angustiado.
--¿es que te han dicho algo?¿es por mi?
Entonces le cuenta todo. Los dos amigos se consuelan mutuamente por el poco apoyo que tienen de sus padres pero se tienen el uno al otro.
--supongo que no volverás a tu casa, vente a vivir aquí.
Pero a Jose le cuesta mucho mantener a su amiga con lo poco que gana para pensar en independizarse.
--¡mi viejo no me va a echar de mi propia casa¡
Susana le acaricia las lágrimas con tristeza. Es un ángel para ella y le duele verlo mal.
--me gustaría poder ayudarte.
Jose pone su mano en el vientre de su amiga.
--Este hijo es un bonito regalo.
Los dos se abrazan. Jose no sabe bien si es porque le apetece ser papá, si es porque es el hijo de su amiga o porque es de Julián pero cada día que pasa quiere más a ese bebé.
Justo en esos días Susana recibe la noticia que le ha tocado un viaje a la playa de un sorteo en el que participo meses atrás. Es sólo para una persona. Susana se toca la barriga que ya se empieza a notar.
--Yo no puedo ir pero no quiero que se pierda.
--No sé… ¿y a quien le dirás?
--¡pues a ti¡
--¿¿cómo te voy a dejar sola así?
--¡no me va a pasar nada¡
--¿estás segura?
Como la situación familiar es estresante, Jose decide irse unos días a la playa para estar tranquilo.

Al llegar a su destino se da cuenta que el lujoso hotel que le prometían no es más que una pobre pensión. No tiene ni baño propio. Lo comparten dos habitaciones aunque la dueña de la pensión le ha asegurado que no la iba a alquilar la otra habitación así que puede usar el baño tranquilamente. Jose da una vuelta en la playa. Ve a un hombre sentado en la orilla. Mirando al mar. Parece que esta triste. Le da un poco de miedo y cambia de lado. Ese hombre que llora en la orilla es Fernando. Fernando presiente al joven que humilló, se gira hacia Jose. Lo mira con cara de depravado.
--Jose. --murmura.
Va hacia él. Se pone las gafas de sol:
--vaya por donde se me acaba de arreglar el día. Un polvo sin compromiso siempre relaja.
Así que sin que Jose se dé cuenta lo sigue.