q rico follan

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martes, 5 de julio de 2011

capitulo 26




El día de la boda se acerca peligrosamente. Jose quisiera que pasara un milagro y algo lo interrumpiera. Él no se atreve pero no pierde la esperanza. Es ya la noche antes. Jose duerme tranquilamente. Fernando se ha quedado con una copia de las llaves de Paula. Entra sigilosamente. Mira a Jose, que duerme, con cara de depravado. Se desnuda y se mete en la cama. Cuando Jose se despierta ya lo tiene desnudo y encima. Se asusta porque no sabe lo que pasa. Fernando le tapa las manos con la boca. Le sonríe con cara de depravado.
--es que no encontré otra puta para celebrar mi noche de soltero --dice con cinismo.
Jose está molesto y trata de forcejear con él pero Fernando lo ha hecho prisionero de su cuerpo. Lascivamente dice:
--bueno en realidad todos me cobraban mucho y porque tú eres la reina de las putas.
Fernando lo besa. Jose trata de resistir a sus sentimientos pero se rinde al calor de él. Se deja dominar por él. Se siente feliz entre sus brazos. Siente que se aman. No lo siente un polvo más. Fernando tampoco lo reconocería pero en esos momentos siente algo especial por Jose. Fernando explota de placer y cae jadeando al lado de él. Jose está feliz. Quisiera abrazarlo pero Fernando salta de la cama. Se empieza a vestir con prisa. Cuando los dos aún está gimiendo, Fernando no puede evitar caer en la tentación de humillarlo.
--¡¡Eres una puta de lo peor¡
Jose cae del cielo al infierno. Se tapa su desnudez con vergüenza. Se da cuenta de lo que pensaría su familia si lo viera en ese momento. Se siente sucio. Se siente un miserable y Fernando, como siempre, lo ayuda para que se sienta peor.
--Se que me amas --le dice con sarcasmo-- y que soy irresistible pero ¿¿¡como has dejado que te eche un polvo?¡ ¡¡mañana me caso con tu hermana que me va a dar una hija ¡¡no tienes escrúpulos, Jose¡
Fernando sonríe con burla y a Jose lo mata.
--te odio --llora Jose.
Fernando sonríe y divertido dice:
--pues menos mal.
Y se va contento vistiéndose por el camino. Jose se abraza llorando a la almohada.
--¡¡miserable¡ ¡¡es un miserable.¡
Pero vibra acariciando esas sábanas que huelen a él.
--¡¡Soy como él, soy como él¡
Se desprecia así mismo por caer en el juego de Fernando que sólo busca hacerle el amor para humillarlo. Fernando entra en su auto. Se mira al espejo con odio. Golpea el volante con rabia. Se refugia en su madre. No le cuenta lo que le pasa pero llora sobre su regazo como cuando era chico y temía a su padre. Jose no puede dormir en toda la noche. Se levanta con muy mala cara.


Y llego el momento. Jose nunca soñó con casarse con Fernando. Ya lo sentía su marido. Ser el padre de su hermano era una unión demasiado fuerte. Arregla a los niños para ir a la boda. Se pone un traje pero apenas se arregla. Su madre le reprueba su comportamiento que tacha de digno de un tipo amargado. Jose esta más solo que nunca. Si no fuera por sus hijos no encontraría un motivo para vivir. Paula se siente una reina. Su padre llora. Ella está feliz. Su triunfo es casarse con el hombre de su hermano y no le importa nada más. Jose llega con sus hijos. Dolido, pero digno. Ahí está Fernando con su testigo, Raúl. Jose no podía sentirse más humillado. Fernando está elegante. Guapo y Jose se muere de amor pero le duele la mirada de burla de él. Le duele saber que se ha reído de él, de Paula y de sus padres. Tampoco le gusta la mirada obscena de los dos amigos hacia él. Quiere ignorarlos pero siente como lo miran y eso lo estremece. Las miradas de Raúl lo incomodan, las de Fernando lo queman. Se sienta en la iglesia con sus hijos. Mira de reojo a Fernando con amor y odio y Fernando le responde divertido. A Jose le tiembla todo al ver que Fernando se le acerca. Le gustaría que le pidiera perdón y le pidiera que se fugara con él. Con su mirada y voz sensual, con su habitual tono de burla dice:
--me encanta la despedida de soltero que me hiciste. Le voy a dar mi tarjeta a algunos amigos míos. Te recomendaré bien. Eres muy bueno en tu trabajo.
Jose no quiere mostrarse alterado por sus hijos que están con él. Jose fuerza una sonrisa y dice con ironía.
--gracias, eres muy amable.
Así no es divertido. Y Fernando no quiere irse hasta que haga enojar a Jose.
--Sé que eres una puta maricona y a mi me encanta coger contigo pero --se hace la víctima-- lo de ayer no puede volver a pasar ¡¡voy a ser tu cuñado.¡ te di el gusto por última vez pero ahora cada vez que le quieras abrir el culo a alguien --mira hacia Raúl-- lo buscas a él que encantado te dará lo que buscas pero de mi te olvidas.
Jose explota:
--¡¡basura, miserable¡
Fernando sonríe satisfecho. Es lo que quería y a Jose le da rabia que siempre se salga con la suya. Fernando vuelve con Raúl y los dos amigos chocan sus manos divertidos. Al ver a su padre alterado Juliancito llora y Fernandito después. Ana llega corriendo y se molesta con su hijo.
--que pasa? ¡¡compórtate¡
Jose se muere de rabia mientras que Fernando sonríe con cara de bueno.


Y llega la radiante novia de brazo del orgulloso padre. Jose está ya al lado de Fernando. Dolido, enamorado. Mira a su hermana con tristeza y envidia. Tiene la boda que Jose jamás tendrá, el padre que a él lo rechaza, el apellido para su hija. Jose se siente hundido pero detrás tiene a sus dos soles con su madre y por sus hijos aguanta el chaparrón. Siente que un puñal ardiente le atraviesa el alma al ver como el hombre que le ha arruinado la vida y su única hermana se intercambian promesas de amor. Jose mira de reojo a su amado y éste le sonríe con disimulo. Raúl mira a Jose con ojos de sátiro y Jose se siente mal y humillado recordando cómo se dejó arrastrar por Fernando para acostarse con esos dos amigos que ahora tiene juntos. Y el sacerdote da lo que para Jose es una sentencia de muerte:
--Y lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. Puedes besar a la novia.
Fernando y Paula se besan contentos porque están lastimando a Jose. Jose aplaude con todos pero roto por dentro. Raúl le roza la mano y susurra burlón:
--no llores. Me tienes a mi.
Jose se lo saca de encima. Paula abraza a su hermano con un falso cariño de hermana y le susurra al oído:
--gracias por entender que Fernando me ama a mi.
Paula se hace la buena onda pero lo que quiere es lastimar a su hermano y lo logra. Jose quiere ir con sus hijos pero Fernando lo devora con los ojos y con burla le dice:
--cuñadito ¿¿no me vas a felicitar?
Ana fulmina a su hijo con la mirada. Fernando besa a Jose en la mejilla. Jose se derrite en sus brazos:
--siento no poder seguir dándote placer --le susurra-- pero tu hermana si merece que le sea fiel.
Jose tiene ganas de llorar. Con la excusa de los niños, Jose va hacia su casa.
--Raúl, te acompaña --dice Fernando.
Jose se niega pero Ana lo obliga a que acepte almenos hasta el auto. Fernando los acompaña aunque Jose no quiere él agarra el carrito de los bebes.
--tengo mis derechos --dice con burla.
Montan a los niños en un taxi. Luego Fernando agarra del brazo a Jose y le dice con burla:
--quiero que en la noche de mi boda te acuerdes de mi acostándote con él.
Raúl mira a Jose con cara de depravado y Jose siente asco.
--ni loco¡¡
Jose quiere entrar en el auto pero Fernando le agarra del brazo y muy violento le dice:
--le mostraré a tu padre nuestro video¡¡
--hazlo¡¡¡
Se miran desafiantes. Jose se mete en el taxi mientras un furioso Fernando le dice:
--¡¡no juegues conmigo¡¡ ¡vas a perder¡
A Raúl le da rabia haberse quedado con las ganas.
--¡¡le tienes que hacer la vida imposible a esa guarra¡
Fernando le dice que lo hará pero sonríe satisfecho mirando como el taxi se aleja. Le ha gustado que Jose dijera no.


A solas en su casa Jose se siente más tranquilo solo con sus hijos pero tiene una gran herida en su alma. Fernando es ya un hombre prohibido para él. Es ya muy tarde cuando llega la familia. Fernando y Paula tienen reservada una elegante suite para su noche de bodas. A Jose le atormentan los celos. Sufre a imaginarse a su hermana en brazos de su amado. El recién estrenado matrimonio va a la casa al día siguiente para despedirse antes de irse de luna de miel. Paula presume de marido ante Jose que está en la habitación de sus hijos dándole el biberón a los pequeños. Fernando lo mira con cara de depravado. A Paula no le gusta que Fernando sienta cosas por Jose. Se lo lleva pero Fernando aprovecha la confusión de la despedida, la bajada del equipaje para volver a la habitación. A Jose le sorprende. No le gusta que lo mire con cara de pervertido mientras está con sus hijos. No le perdona que quiera ensuciar un momento tan íntimo.
--¡¡vete¡ ¡¡no me mires¡
Con lujuria dice:
--antes no sólo me dejabas mirarte sino que te encantaba. Te encantaba que a todas horas te hiciera el amor..
Jose es un volcán a punto de entrar en erupción. Ya está cansado de salir lastimado.
--¡¡eras mi marido¡
Fernando no deja de mirarlo. Se lleva las manos al paquete y se acaricia para que Jose vea que su arma está bien gorda. Jose se escandaliza cuando su cuñado hace intenciones de sacársela.
--Yo también necesito descargar. ¿no quieres mamar de mi?
Su tono lo asquea pero a la vez le gusta pero no quiere que lo siga humillando. Deja a su hijo en la cuna. Fernando ya tiene los jeans en las rodillas. Se acaricia el slip con gestos obscenos y Jose lo amenaza con unas tijeras:
--¡¡sácala ahora¡ -dice con rabia.
Fernando se sube los pantalones y riendo dice:
--pues tú te lo pierdes.
Jose lo odia y lo desea. Y siente asco de él mismo por permitir que sus hijos vivan esas situaciones. Se siente más tranquilo ahora que Fernando y Paula se van por 3 semanas a Italia de luna de miel pero a la vez le duele no ser él quien esté con Fernando.





Con la tranquilidad que le da saber que Fernando está lejos, Jose quiere comenzar una nueva vida. Una amiga de su madre tiene en lo que es el garaje de su casa un taller de costura. Jose quiere aprender a coser para trabajar con ella. Acuerdan que irá un par de horas por la mañana mientras que doña Ana se queda en la casa ejerciendo de feliz abuela. Le sorprende ver que hay un chico en el taller.
--será gay? --se dice-- ¡ojalá¡
Es la dueña la que se lo presenta. Se llama Sergio. Con dos hijos y herido de muerte es en lo que menos pensaba era en fijarse en un chico pero le gusta Sergio. Para su sorpresa es Sergio quien lo enseña a coser. Pasan las dos horas juntos. Descubre en el a un chico simpatiquísimo. Jose tiene algunas curiosidades. Se pregunta si es gay y si sabe que tiene hijos y que él sí es gay. La primera pregunta queda sin respuesta. Sobre la segunda es el propio Sergio el que saca el tema. Dice que lo admira, que es muy valiente por adoptar a dos hijos siendo tan joven.
--bueno como al ser gay no iba a poder tenerlos… --Jose.
Jose le gustaría que Sergio le dijera algo pero no. No dice nada más. Jose siente que por primera vez en mucho tiempo un hombre lo trata con respecto. Es un chico muy dulce pero también vive un momento excitante. Mientras Jose está en la maquina por un instante lo ve como se rasca la barriga por debajo de la camiseta y se le ven los pelos de bajo el ombligo. Le gusta. Jose lamenta que sólo se pueda quedar un rato pero sus hijos son su prioridad. ¡¡lo más importante es que se verán al día siguiente¡ Jose sonríe contento por primera vez en mucho tiempo. Su madre se alegra.
--sabia que trabajar te haría bien.
Y Jose se siente como un adolescente. Mientras se ocupa de sus hijos no deja de pensar en Sergio. No había pensando en la posibilidad de tener un hombre en su vida pero si le gustaría que sus hijos tuvieran una familia y a él le gustaría tener la compañía de un hombre que le dé amor y protección pero es consciente que se está precipitando. ¿¿porque Sergio iba a cargar con 2 hijos que no son suyos? Sabe que no debe hacerse ilusiones con Sergio y no quiere pensar en él. Jose sale a dar a una vuelta con los bebés y Sergio está ahí. Se acerca a Jose.
--¿te puedo acompañar?
A Sergio le abruma un poco tanto niño pero se siente a gusto con ellos. Juliancito lo mira con curiosidad. No quiere estar en el carrito con Fernandito y Sergio lo toma en brazos. Jose siente una ternura especial. Le gustaría tener un futuro al lado de Sergio. Posiblemente en el pasado ya se hubieran acostado juntos pero Jose no busca un revolcón y también sabe que Sergio no va a querer cargar con una familia casi numerosa. Aunque tiene miedo de salir herido Jose esta muy contento con Sergio. Es el primer chico que no le habla de sexo.


Días después. Jose parece que ha sacado a Fernando de su vida. Sergio le habla claro.
--sabes que soy gay, ¿verdad?
--supongo…
Sergio lo va acariciando. Lo besa.
--¿y mis hijos? Yo busco un rollo.
Sergio la mira con cara de bueno:
--dame una oportunidad.
Jose lo acaricia:
--pero vamos poco a poco.
Sergio sonríe con ternura y se vuelven a besar. En la tarde, Jose deja a sus hijos con su madre y va con Sergio. Pasean como pareja muy acaramelados y se besan siempre que quieren. Los dos están muy contentos juntos.

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