q rico follan

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martes, 29 de marzo de 2011

Capitulo 13



A media tarde Jose va a darse una ducha. Entra desnudo en el baño y en ese momento se abre la otra puerta y aparece Fernando. Bello como ninguno y tal y como su madre lo trajo al mundo. El impacto de Jose es brutal. Fernando lo mira burlón:
--¿quieres que me ponga de alguna manera especial para que me puedas ver bien las bolas?
Fernando siente el deseo de Jose y le excita. Aunque ha habido otros, aunque se enganchó con otros, nunca como con Fernando. Fernando siempre ha estado dentro de él. Es una herida que nunca dejó de sangrar. Fernando sonríe con orgullo:
--con lo loquita que estás hecho seguro que le habrás puesto el culito en pompa a cuanto macho te lo haya pedido pero seguro que nunca me olvidaste, que nunca olvidaste que yo te lo rompí. Nunca has tenido un macho como yo. ¿¿con cuántos has estado, putita?
Fernando es muy despreciativo, a Jose le duele la manera en la que le habla. Jose lo bofetea, Fernando lo mira con odio. Jose siente que se la va a devolver. El enojo da paso a la excitación. Jamás lo había visto desnudo de cerca (sólo aquella vez en los vestuarios) y el paso de los años han hecho maravillas en su cuerpo. Poseído por una extraña fuerza se lanza a sus brazos. Fernando con mirada lasciva y hablando bien obscenamente lo magrea salvajemente. Caen a la cama de Jose en donde fornican como bestias en celo. Fernando habla en tono vulgar pero Jose se siente feliz de estar vibrando por primera vez en sus brazos. Es como si jamás hubieran estado juntos.

Jose se siente tan bien en sus brazos que no le importa nada. Luego de la entrega quiere estar abrazado tranquilamente a él. Fernando lo mira con cara de degenerado y le dice con burla:
--Eres todo un profesional del sexo, hasta te podrías dedicar a esto. Se nota que has jodido mucho, eh golfa? Estás hecho toda una putita ¡¡pedazo de loquita, con la cara de tonto que tenías cuando nos conocimos¡
Jose lo mira furioso.
--¡¡como te atreves a decirme estas cosas después de hacer el amor¡
Fernando se levanta totalmente desnudo. Muy hiriente, Fernando le dice:
--Contigo jamás se podrá hacer el amor, con loquitas como tú sólo se jode. Sabroso pero no deja de ser un simple polvo. A mi no me importa que seas una putita, pero que lo eres lo eres. Te me has regalado a mi sin preguntar en tres ocasiones. Yo estoy comprometido y tú te me has abierto el culo sin preguntar. No sé como te atreves a hacerte el ofendido.
Fernando se ríe. Jose se quiere levantar pero Fernando le pone la mano en la cabeza para que no se mueva. La cabeza de Jose está en la altura de los genitales de Fernando.
--a las loquitas como tú sólo se os calla de una manera.
Fernando empuja la cabeza de Jose hacia su pene que está dormido y le obliga a tragar.
--¡¡chupa, puta¡
Fernando es muy ofensivo. Jose lo rechaza pero Fernando se la mete en la boca y le aprieta la cabeza con fuerza. No lo deja ni respirar.
--¡¡que chupes¡
Jose siente algo muy fuerte por él y acaba gozando de nuevo.
--¡¡chupa, guarra¡
Fernando no deja de insultarlo y Jose se excita. Vuelven a fornicar. Jose reposa en sus brazos. No le hace caso aunque Fernando lo sigue insultando y hablando de vulgaridades. Le dice cosas como que se nota que se ha debido acostar con todos los chicos de su ciudad, que tiene mucha experiencia, que se podría ganar la vida con su cuerpo, Jose no le quiere hacer caso pero no puede. Lo mira con tristeza y con un hilo de voz le pregunta:
--¿porque me lastimas de esta manera?
Fernando sonríe divertido:
--nos lo pasamos muy bien juntos. ¿porque te tienes que preocupar de otras cosas?
Fernando en seguida se queda dormido al lado de Jose. Lo mira con detalle. Lo mira feliz.
--es tan guapo.
Su corazón siente unas cosas que su cabeza se niega a aceptar.
--No puedes dejar que te humille de esa manera.
Pero lo mira y siente una fuerza que la arrastra hacia él. Lo siente tan suyo. Luego de tantos años ahí está con ese hombre que le hizo estrenarse en el sexo y en el dolor. Aunque se estrenara con él nunca habían estado juntos de esa manera.


Jose está feliz al lado de Fernando. Hubiera querido que la noche no acabara nunca. Se queda dormido con la cabeza apoyada en su pecho. Duerme pegado al cuerpo desnudo del atractivo hombre. Nunca ha dormido tan bien ni se ha despertado tan feliz. El dolor llega después cuando no hay ni rastro de él. No es que solo haya dejado la pensión sino que no lo encuentra por ningún lado.

Jose regresa a su casa con una sensación agridulce. Se refugia en Susana:
--Me siento tan raro. Feliz, emocionado. Desgraciado, triste. Fernando me ha hecho sentir el más hombre y también una vulgar putita.
Susana abre los ojos como platos y le pide detalles. Jose está algo aturdido.
--y es que cuando más me humillaba más unido me sentía a él.
Siente pasión y a la vez odio.
--¡¡pero nunca mas volveré a caer¡ ¡¡me ha echado un buen polvo que siempre viene bien pero si lo vuelvo a ver ni lo conozco¡
Con una sonrisa de burla Susana le dice:
--eso no te lo crees ni ti.
Pero Jose asegura que así será:
--ahora me tengo que centrar en nuestro hijo –dice Jose poniendo la mano en el vientre de su amiga.
No sabe si por Julián, por su amiga, por el bebé pero aunque Fernando sea especial para él no piensa renunciar a su hijo. Susana se siente egoísta porque su amigo renuncie a su vida por ella pero le da demasiado miedo estar sola.

1 mes despues…
Susana entra en el hospital con dolores de parto aunque recién comenzaba su último trimestre. Jose está a su lado. Ella está muy asustada.
--¡No quiero perder a mi hijo¡
Jose le tiene agarrado de la mano.
--¡él es el padre¡ --grita ella para que pueda estar a su lado.
Jose se acerca hasta el quirófano. No le dejan entrar porque la situación es grave.
--Si me pasa algo júrame que vas a cuidar a mi niño y que no vas a dejar que mi mamá lo abandone… Ella no lo quiere.
Jose llora.
--¡no te va a pasar nada¡ Pero si te queda más tranquila te lo juro.
--él es el padre, se mi pasa algo que el bebé se quede con él¡ --va diciendo a todos los médicos.
Jose se queda angustiado. Llora cuando le dicen que su amiga está muerta y el bebé está en la incubadora, luchando por vivir.

El pequeño hijo de Susana y Julián es muy pequeñito, apenas tiene un hilo de vida pero está luchando. Jose se queda pendiente de él. Piensa en Julián, en todo lo que vivieron juntos, en su amiga. Siente que ese bebé es parte de él y promete que siempre será su padre. Llega una asistenta social, la madre de Susana se ha hecho cargo del cadáver de su hija pero no quiere saber nada de su nieto. Lo va a dar en adopción. Jose no lo piensa permitir:
--¡Yo soy el padre, los médicos lo pueden decir¡ ¡¡Es mi hijo y se llama Julián¡

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