martes, 28 de junio de 2011

capitulo 25







Jose llega a la casa, luego de su apasionado y humillante encuentro en el departamento de Raúl, de sus padres con ganas de ver a sus hijos. Se queda helado al ver a Fernando con Paula. Al verlo llegar se besan y Fernado le dice:
--¡te amo. Nunca he amado a nadie más, no tengo ojos sino para ti¡
Y Jose sólo piensa:
--¡¡que desgraciado¡
Se quiere ir sin ser visto pero Fernando lo llama. Con cinismo le dice:
--cuñado ¡¡que alegría¡
Y le da un beso en la mejilla:
--ya sé que vas a ser testigo en la boda ¡¡que ilusión me hace¡
Jose mira a ese hombre con amor y odio. Desea esos labios pero pese a todo lo que han vivido le cuesta creer que sea tan descarado. Está deshecho. Desea esos labios ardientemente.
--¿¿te ocurre algo? --pregunta Paula.
Jose les quiere contestar mal pero su madre lo observa. Con la mirada le dice: ojo con lo que haces. Se quiere retirar pero ellos le piden que los ayude a elegir las invitaciones de la boda. Jose les dice que tiene que atender a sus hijos. Antes de girarse por el pasillo los ve besándose y eso lo hace llorar. Se encierra en su cuarto. LLora sobre la cama. No sabe bien si son celos o es por salvar a su hermana de las garras de Fernando pero no está dispuesto a soportar que se casen. Jose siente que Fernando es el peor hombre del planeta y por sus hijos jura que jamás volverá a caer en su juego.


(los padres de Jose)

Jose se refugia en sus hijos. Aprovechando que va al lavabo Fernando se asoma al cuarto. Los pequeños duermen. Jose siente la presencia de Fernando que se coloca detrás de él. Jose se estremece sólo con su aroma. Fernando sonríe orgulloso. Su aliento lo embriaga. No lo mira pero vibra con intensidad.
--que bellos nuestros hijos. --susurra con sensualidad.
Jose se gira molesto pero queda hechizado por el embrujo de la mirada de él. Sus labios lo llaman. Fernando sonríe con orgullo. Lo acaricia:
--¡Eres mío¡ ¡¡solo mío¡
Jose siente escalofríos de pasión. Fernando roza sus labios. Goza sintiéndolo temblar de placer. Goza teniéndolo a sus pies. Se aparta de Jose que se muere por un beso. Jose abre los ojos frustrado. Fernando se le ríe.
--eres patético.
Jose se siente humillado. Y lo que más rabia es que se lo permite. Que Jose le permite que Fernando se burle de él con sus hijos delante y con su embarazada hermana a pocos metros.
--¡¡eres despreciable¡ --Jose llorando de rabia.
Fernando lo mira con cara de degenerado. Lo agarra de las nalgas. Lo estrecha entre sus brazos. Jose quiere rechazarlo pero el fuego lo consume. Fernando lo besa apasionadamente y Jose le responde. Luego Fernando lo aparta de él dejándolo sofocado y con las ganas.
--¿¿quien es despreciable ahora?
Fernando se le ríe. Jose se maldice así mismo por no poder quemar ese loco deseo-amor que siente hacia el prometido de su hermana y que lo destruye. Fernando se gira. Le guiña el ojo y Jose no cae en sus brazos porque Fernando no quiere, porque quiere humillarlo. Con ironía Fernando le dice:
--no quieres ver el departamento que nos ha regalado tu padre y a Paula y a mi?
Jose lo mira dolido y decepcionado:
--¡¡basura¡
Fernando le guiña el ojo. Se acerca y le pellizca el trasero:
--tu único encanto es que eres una puta y el de tu hermana es que me lleva directo al dinero de tu padre. ¡¡qué bien que me lo hacen pasar estas hermanitas¡
--y seguro que estará a tu nombre--le reclama Jose dolido.
Fernando le guiña el ojo.
--aún no. Sólo está a nombre de los dos.--dice con ironía.
--¡eres un cínico¡
--claro tú querías que yo viviera en vuestra casa para haceros el amor a las dos putitas.
Jose lo mira dolido:
--no te vas a salir con la tuya. Alguien tiene que pararte los pies.
--Y ese no vas a ser tu.
Fernando sonríe burlón. Le guiña el ojo y se va muy coqueto. Jose se queda deshecho. Aunque se dice así mismo que no debe seguirlo no puede dejar de hacerlo. Algo lo arrastra hacia él y lo ve besándose apasionadamente con su hermana. Jose corre a su cama llorando.
--¡¡tonto, tonto, tonto¡
No deja de maldecirse una y otra vez. No entiende porque permite que Fernando lo humille una vez y otra. Juliancito llora. Jose seca sus lágrimas y va a atender a su hijo. Sus pequeños son su paraíso. Siente que es lo único bueno que ha sabido hacer, lo único bueno que ha obtenido de una vida llena de errores.


Los preparativos de la boda se hacen con rapidez ya que el embarazo de la novia se empieza a notar. A Jose le duele ver a su hermana preparando su boda. A su madre feliz y Jose no se atreve a decir la verdad. Por una parte piensa que le gustaría estar del lado de su hermana y ser él quien se casara pero luego recordando todo lo que ha vivido con Fernando sabe que arruinará la vida de su hermana como ha hecho con la suya. Jose no puede creerse que Fernando vaya a ser un miembro de la familia pero porque se convierte en su cuñado. Tiene que tragarse su dolor. Fernando siempre que puede le advierte que si no hay boda él hará llegar el video que tiene de ellos a su padre. Por otro lado ni Paula ni Ana permiten que Jose hable mal de Fernando a quien toda la familia tiene en un muy buen concepto. Jose queda como un gay amargado a quien nadie ha querido. Se muere de dolor y celos cada vez que ve al futuro matrimonio juntos. Siempre se hacen mimitos y se besan. Fernando mira a Jose con cara de depravado. Le encanta hacerlo rabiar. Sabe que le molesta verlo con su hermana y por eso se muestra con Paula lo cariñoso que no fue con Jose y eso a Jose lo mata. Se muere de dolor. No soporta la mira de burla de Fernando, el tono irónico con el que lo llama cuñadito. A Paula le encanta molestar a su hermano, le muestra la ecografía de su hija:
--¡¡mi Fer esta feliz porque va a ser papa por primera vez¡ --dice.
Jose siente algo extraño al ver esa ecografia: ¡¡es la hija de su amado.¡ No puede evitar sentir algo muy especial por ese bebe. La sangre de Fernando y de él están unidas para siempre en su sobrina. Todas las noches llora y se pregunta: ¿¿porque ha tenido que pasar esto?

En esos días Jose cumple años. Deja claro que no quiere fiesta y es que lo que menos quiere es un motivo de reunión con Fernando como flamante miembro de su familia. A Ana le duele mucho que su hijo se aisle de la familia pero respecta la decisión de su hijo. Le regala ropa para sus hijos. Fernando llega en el momento que abría los paquetes.
--tan inoportuno como siempre --piensa Jose.
Le duele que Fernando no recordara esa fecha. Lo felicita con un abrazo y al oído le susurra:
--Tu regalo soy yo, esta noche te lo doy.
Jose queda paralizado por el deseo. Luego Fernando le hace mimitos a Paula y Jose se muere del dolor.

En la noche, Fernando entra en la propiedad por el jardín y comienza a tirar piedritas hacia la ventana de Jose. Éste no da crédito a lo que ve. Fernando con su sonrisa más seductora seguro que el joven va a caer en sus brazos pero Jose logra resistir.
--¡¡baja, tengo tu regalo y no me iré hasta que te lo dé¡ --dice muy sensual.
Jose se siente muy orgulloso de sí mismo. Por primera vez no sólo lo rechaza sino que le tira encima un cubo de agua helada. Luego se encierra en su cuarto relajado. Fernando se va mojado y furioso.
--¡¡esta me las paga¡ ¡¡ninguna puta me deja con las ganas¡ --dice echando fuego por las orejas.

Fernando conoce los movimientos de la casa y logra robarle las llaves a Paula. Entra sigilosamente en la casa en un momento en el que Jose está solo con sus hijos. Jose oye que alguien se ducha y se sorprende porque sabe que está solo. Va al baño y ahí está Fernando mojado y desnudo. Su musculoso cuerpo brilla. El agua desliza por ese cuerpazo. Jose lo mira con amor y deseo. Fernando le guiña el ojo y Jose se derrite. Muy sensual Fernando le dice:
--¿no me esperabas no? Es que yo siempre doy mis regalos.
Jose esta hechizado. Quiere huir pero el deseo lo inmoviliza. Es una marioneta en sus brazos. Fernando lo agarra como quiere, lo desnuda. Lo besa. Lo penetra. Jose se aferra a él:
--¡¡te amo.¡¡¡¡te amo¡ ¡¡no me merezco que me hagas esto¡
Jose quisiera que ese momento no acabara nunca. Fernando lo sabe y aunque es un sacrificio para él se aparta. Armado y jadeando le dice:
--sabes, ahora soy yo el que no quiere estar con una puta como tú.
Aunque está sofocado disfruta con esta nueva humillación. Se viste a toda prisa. Le cuesta mucho guardar su dura lanza. Jose no puede creer que Fernando le haga esto. Le suplica con la mirada que no lo deje. Fernando le hace un saludo con la mano burlón. Se va muy alterado en busca de un macho que lo calme. Jose cae en la bañera llorando amargamente.














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